miércoles, 16 de diciembre de 2015

Diccionario de motes y apodos de Valderas



Diccionario de motes y apodos de la Villa de Valderas (León)
-1ª edición-

I.- A MODO DE PRÓLOGO

El presente Diccionario de motes y apodos de la Villa de Valderas busca, por una parte, recopilar, ordenar y sistematizar los motes y apodos valderenses, evitando la progresiva pérdida de este patrimonio cultural inmaterial y preservándolo para las generaciones futuras; y por otra parte, por qué no, para divulgarlos a través de Internet, ya que es una manifestación de una riqueza cultural y etnográfica de primer orden.

Así, tras hablar con varios vecinos y naturales del pueblo, y también tras consultar varios “chats” sobre asuntos de interés local referidos concretamente a Valderas, entre los cuáles hay varios escritos entre 2009 y 2011 en los que se listaban algunos apodos y motes de Valderas, el resultado es el presente listado, que quiere ser una suerte de Diccionario de Motes y Apodos de la Villa de Valderas:

- En el Diccionario se lista la relación de motes y apodos propiamente dicha, en orden alfabético.

- En esta Primera Edición se han recopilado un listado de cerca de 500 apodos y motes de uso habitual o al menos conocidos actualmente (en un pueblo cuyo censo actual no llega a los 2.000 habitantes). A diferencia de lo ocurrido en otros pueblos en los que el crecimiento demográfico y los cambios económicos y sociales hicieron que el uso de los apodos se redujese, en Valderas ha pervivido hasta nuestros días.

La lista de apodos recopilada no es exhaustiva y seguro la lista está incompleta a causa del gran número de apodos existentes, la antigüedad de algunos de ellos (y también la novedad de otros) y el olvido. Por esa razón se espera poder completar el trabajo en ulteriores ediciones.

Por último, esta relación de motes y apodos se hace con la antes citada motivación cultural, etnográfica y divulgativa, con la sana intención de dejar constancia de todos los motes que he logrado reunir para conocimiento de las generaciones futuras, y sobre todo con el mayor respeto y afecto por los valderenses y por sus tradiciones.

Por lo tanto, las más sinceras disculpas a las personas que puedan sentirse ofendidas por la publicación de algún mote o apodo, pues no es la intención ni hacer gracia ni ofender a nadie, todo lo contrario.


II.- AGRADECIMIENTOS

Se agradece la enorme ayuda prestada por varios vecinos y naturales de Valderas que han colaborado en esta recopilación, ya que sin su portentosa memoria sobre los vecinos y familias de pueblo y sus motes y apodos, así como sobre la historia reciente y costumbres valderenses, no hubiera sido posible elaborar este Diccionario.


III.- SOBRE EL USO DE LOS MOTES Y APODOS EN VALDERAS

Dentro del extenso acerbo cultural de Valderas no están sólo los hechos históricos, los monumentos, las iglesias, las obras de arte, sus fiestas y celebraciones o su gastronomía, sino que existe otro gran patrimonio cultural inmaterial valderense, como son sus usos y costumbres.

Y dentro de estos usos y costumbres populares destaca la querencia por utilizar motes y apodos para referirse a los habitantes de la villa. Tan es así que muchos de ellos y sus familias son más conocidos por sus apodos que por sus nombres reales.

III.1.- Aspectos generales sobre los motes y apodos.

¿Qué es un mote o apodo?

Según qué fuente consultemos (diccionario, enciclopedia, y en la actualidad también la Wikipedia) encontraremos diferentes definiciones de las diferentes formas de denominar a este fenómeno cultural: motes, apodos, alias, seudónimos, sobrenombres..., y diferentes definiciones de cada uno de ellos.


- Apodo es el nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos corporales o de alguna otra circunstancia; o también un chiste o dicho gracioso con que se califica a alguien o algo, sirviéndose ordinariamente de una ingeniosa comparación.

- Alias es sinónimo de apodo;

- Mote es el sobrenombre que se da a una persona por una cualidad o condición suya, o también sentencia breve que llevaban los antiguos caballeros a las justas y torneos;

- Sobrenombre es el nombre que se añade al apellido para distinguir a dos personas con el mismo, o calificativo con el que se distingue especialmente a una persona; y

- Seudónimo es ocultar con un nombre falso el verdadero, siendo normalmente utilizado por artistas.

Etimológicamente, el término apodo proviene del latín apputare o putare (“juzgar”, “evaluar” o “comparar”), y se utilizaba para dar nombre a objetos que posteriormente se comercializarían o compararían; el término alias proviene del latín alter (“otro”) y se relaciona con la frase latina alia nomine cognitu, (“conocido por otro nombre”); y el término seudónimo o pseudónimo proviene del griego pseudo (“falso”) y neimos (“nombre”).

La Wikipedia, al definir los apodos y los alias,añade las siguientes precisiones:

- Los apodos, alias, seudónimos o sobrenombres son, en esencia, una denominación de persona usada como alternativa a su nombre, al que puede acompañar o reemplazar, pudiendo aplicarse genéricamente a un nombre de pila propio.

- Suelen emplearse con fines de encubrimiento, identificativos, estéticos, afectivos, jocosos, despectivos o de otro tipo, y muchas veces aluden a una característica de su físico o de su personalidad, como una afición.

- Los apodos pueden considerarse a menudo como deseables, y pueden simbolizar una forma de aceptación, pero también pueden estar motivados para despreciar o ridiculizar a algo o alguien.

Según las definiciones lingüísticas del Diccionario de la Real Academia Española, apodo y alias podrían tener connotaciones tanto positivas como negativas, seudónimo sería neutro, y mote y sobrenombre tendrían más bien connotaciones positivas.

Históricamente muchos escritores, periodistas y otros artistas han usado seudónimos para ocultar su verdadera identidad por diversas razones: buscar la originalidad, la provocación, la simplificación de nombres difíciles o extraños, el temor al escándalo o la persecución política, religiosa o de género. Incluso en ambientes bélicos y criminales se han utilizado los “nombres de guerra” para esconder sus identidades y protegerse de posibles represalias. En la actualidad muchos artistas y deportistas con nombres comunes utilizan los seudónimos para destacar y ser recordados más fácilmente por el público.

Pero si bien el origen histórico, lingüístico y etimológico de los anteriores términos pudo ser diferente, en la actualidad me atrevo a decir que con el paso del tiempo las connotaciones mayoritariamente jocosas y negativas de apodo y alias han desaparecido, al menos como categoría general (ahora pueden ser indistintamente negativos, neutros o positivos), y que todos los términos citados son, con algunos matices, prácticamente sinónimos y se utilizan de manera intercambiable. Quizá la única diferencia real que persiste en su uso es que los términos apodo, alias y mote son más populares y coloquiales y pueden ser negativos, neutros o positivos, mientras que los términos sobrenombre y seudónimo son más formales y no suelen ser negativos.

Por todo lo anterior podemos concluir que el mote o apodo sería todo término calificativo, dicho, nombre o frase (a veces meramente descriptivos e incluso admirativos, otras veces con carácter gracioso, jocoso o incluso despectivo) utilizado para llamar o señalar a una persona de manera inequívoca en lugar de por su propio nombre, y que usualmente está referido a algún rasgo, cualidad o dedicación personal notoria.

Los apodos nacen en el uso popular y en el entorno rural como una necesidad para diferenciar a las personas, ya que los nombres y apellidos se repiten con facilidad en los pueblos, pero también han trascendido el uso popular y artistas, toreros, militares, nobles y reyes también los han utilizado y ostentado: Alfonso X “el Sabio”, Pedro I “el Cruel”, Jaime I “el Conquistador”, Doménikos Theotokópoulos “El Greco”, Miguel de Cervantes “el Manco de Lepanto”, etc.

En los pueblos pequeños los apodos son como el padrón de habitantes, una descripción más completa que el nombre individual ya que no sólo identifica al individuo, sino que también señala la familia a la que pertenece, sus orígenes, donde vive, su profesión y otros datos personales. [Por ejemplo, en Cedillo, provincia de Cáceres, un pequeño pueblo de unos 500 habitantes, en 2002 se editó una guía telefónica de 25 páginas con todos los motes de los lugareños, ya que era la forma más fiable de reconocerse, más que por su nombre y apellidos. Colaboraron todos los vecinos en una iniciativa que tuvo en su momento gran repercusión en los medios de comunicación a nivel nacional. Ver enlace1 y enlace2.]

Los apodos aluden a las personas y familias a las que se refieren, pero también representan una forma peculiar en el habla peculiar de los pueblos, y por ello además de parte de la lengua es una parte de la cultura popular y un testimonio vivo de la historia social y cultural de los pueblos y sus gentes.

Algunos apodos son efímeros, mientras que otros perduran en el tiempo, y también va surgiendo nuevos apodos, algunos de ellos derivados del hecho de la aparición de nuevos hechos sociales como la política partidista o la televisión. Si el apodo es original y tiene arraigo en la comunidad se irá, probablemente, heredando de padres a hijos, de tal forma que en muchas ocasiones se perderá el rastro del origen de ese apodo.

Desde el punto de vista psicológico el uso de los apodos refleja, por una parte, imaginación y sentido del humor hacia con el prójimo, pero por otra parte, a veces se sufren como una carga o un “sanbenito” hiriente del que muchas veces no se conoce ni la causa ni el origen y del que es imposible desprenderse.

Tipos de motes y apodos

Hay una variada tipología de motes y apodos, derivada de sus diferentes orígenes, usos y significados, y siempre teniendo en cuenta que muchas veces se desconoce el motivo o razón del uso del apodo en cuestión.

La clasificación que se muestra a continuación no pretende “sentar cátedra”, sino que sólo es una más de entre las posibles:

- Relacionados directamente con los nombres o apellidos familiares (“los Fernández”, “los de Paco”, etc.).

- Relacionados con la geografía, es decir, con su lugar de origen o residencia (“el del monte”, “el vasco”, “el extrajero”, etc.).

- Relacionados con su profesión u oficio (“el carpintero”, “el herrero”, etc.).

- Referidos a sus rasgos físicos (“el gordo”, “el flaco”, “el piernas”, etc.).

- Según las características de la personalidad (“el triste”, “la resalada”, etc.).

- Referentes a animales u objetos (“culebra”, “botines”, “percha”, “escopeta”, etc.).

- Referidos a onomatopeyas o frases hechas (“Yiyo”, “cuatropelos”, etc.).

- Relacionados con personajes famosos (“Onassis”, “Napoleón”, etc.).

- Relativos a anécdotas de su vida (“la soltera”, “el fugitivo”, “el sindicalista”, etc.).

- Otros divertidos, jocosos o despectivos.

III.2.- Los motes y apodos de Valderas.

No se sabe desde cuando existe esta tradición del uso generalizado de los motes y apodos en Valderas (por otra parte común a otras zonas del país), pero sí que existe constancia de que hoy en día siguen utilizándose algunos motes y apodos que datan al menos de finales del siglo XIX.

A diferencia de lo ocurrido en otros pueblos, en los que el crecimiento demográfico y los cambios económicos y sociales hicieron que el uso de los apodos se redujese o incluso se extinguiese, en Valderas el sistema de motes y apodos ha pervivido hasta nuestros días y se mantiene vivo. Así, se siguen utilizando cotidianamente por sus habitantes, incluso por las nuevas generaciones, que usan los apodos tradicionales y también inventan otros nuevos.

Como ya se ha señalado anteriormente, también en Valderas hay una gran variedad de motes y apodos, con diferentes orígenes, usos y significados, además del hecho de que muchas veces se desconoce el origen y el motivo de su uso. Muchas veces su uso describe a todos los miembros de la familia, e incluso se transmiten de padres a hijos, pero incluso en los casos en los que describen a una persona en concreto, a sus familiares se les suele denominar como “esposa de” o “hijo de” más que por sus nombres propios.

Dentro del catálogo de apodos y motes valderenses se pueden encontrar prácticamente toda la tipología antes señalada:

- Relacionados con los nombres o apellidos familiares en Valderas encontramos muchos apodos, normalmente referidos a todos los miembros de la familia en cuestión, y en muchos casos pasan de padres a hijos durante generaciones. Por ejemplo: “Los Carmelos”, “los Zenones”, “los Arteaga”, “los de Julianina”, “los Viejos”, “los Manzano”, y muchos otros.

- Relacionados con la geografía, normalmente con su lugar de origen familiar o de residencia anterior, también encontramos algunos apodos, aunque en mucho menor número, y normalmente tienen una duración limitada a una generación (mientras vive la persona referida). Por ejemplo: “Holandés”, “Maragato”, “Malagueña”, “Navarro” o “Vasco”.

- Relacionados con su profesión u oficio, que también suelen pasar de padres a hijos, y en muchos casos perviven incluso aunque los hijos y nietos ya no se dediquen al mismo oficio o actividad. Por ejemplo: “Ambulancias”, “Carbonero” o “Músico”. 

- Relacionados con los rasgos físicos de algunos vecinos del pueblo, son también abundantes en el diccionario valderense, y se refieren tanto a características físicas generales como a rasgos faciales concretos. Normalmente tienen una duración limitada a una generación (a la vida de la persona con esas características concretas a las que se refiere el apodo). Por ejemplo: “Bigotes”, “Brillantina”, “Cara-huevo”, “Cuatro-pelos”, “Gordo el puro”, “Guapo”, “Huesines”, “Pescuezo-muelle”, “Pinocho”, “Poca-chicha”, “Rubio” o “Zapatones”, entre otros. 

- Relacionados con las características de la personalidad y con su estado de ánimo. Por ejemplo: “Alegre”, “Bendito”, “Enigmático” o “Parladoras”.  
Referentes a animales hay bastantes en Valderas. Por ejemplo: “Búfalo”, “Burro”, “Cocodrilo”, “Culebra”, “Gallo”, “Jirafa”, “Mona-Chita”, “Osito” o “Vencejo”, entre otros.

- Referentes a objetos también hay bastantes. Por ejemplo: “Berzas”, “Botones”, “Cebollas”, “Chispa”, “Escopeta”, “Garbancito”, “Jabón”, “Lanas”, “Maderas”, “Percha” o “Zapatones”, entre muchos otros.

- Referidos a onomatopeyas o palabras un significado concreto. Por ejemplo: “Bimba”, “Cabalcante”, “Chán”, “Chiri”, “Dubi”, “Furi”, “Glín”, “Lolán” o “Ñañi”.

- Relacionados con personajes famosos o de la televisión. Normalmente tienen una duración limitada a la popularidad del nombre en cuestión, y son escasos en Valderas. Por ejemplo: “Loquillo”, “Onasis”, “Sport-Billy” o “Tarzán”.

- Otros divertidos y jocosos. Hay algunos muy ingeniosos relacionados con alguna anécdota o costumbre de la persona, pero algunos de ellos no tienen un origen concreto o conocido. Por ejemplo: “Ahorca-pichas”, ”Billetes verdes”, “Corta el aire”, “Culitripi”, “Mentiras frescas”, “Patatinto”, “Pesetinas” o “Taconines”, entre muchos más.

- Los apodos y motes despectivos y malsonantes. Afortunadamente no son muchos, pero quedan algunos en uso, normalmente mezclados con alguna anécdota o rumor asociado.



IV.- DICCIONARIO DE MOTES Y APODOS VALDERENSES (A-Z)

-A-

Acinas
Adobe
Afeitaculos
Águila Roja
Ahorca-pichas
Ajax
Ajito
Alamboa
Alegre
Ambulancias

Anisitis
Aproniano
Arieta
Arrascahuevos
Arteaga
Artillero
Asquero
Átomo


-B-

Badayo
Barandales
Bareta
Barreros

Barry
Barriguín
Barrondo

Batalla
Baturro

Benditos
Beril
Berzas
Bichín / Bichines
Bigote-herradura
Bigotes
Bigote-zorra
Billetes Verdes
Bimba
Boca-negra
Bodoque
Boizas
Boje
Boleritas
Bolinche
Bolitas
Bolos / Bolas
Bombero

Bombita
Boquineto
Borrones
Boteros
Botones
Bragas
Bragas-lindas
Brillantina
Búfalo
Buque
Bura
Burro


-C-

Cabecina
Cabezorra
Cabito
Cachiche
Cachobo
Cachuchos
Cadillos
Cadul
Caelo
Cagacinas
Caga-cubas
Caga-linderas
Cagalita
Caga-trillas
Cagueta
Cago-burra
Caín
Calafate
Calero
Callo-burra
Callo-el-pinto
Calquitos
Camachín
Camarón
Camisina
Camoiro
Canario
Cantarín
Cantona
Canvero
Cara-chiste
Cara-huevo
Caraña
Cara-perro
Carbonero
Carmelos
Carnes
Carpintero
Carra-pito
Carretero
Carrillones
Cascajalillo
Catorce
Cavalcante / cabalcante
Cayo-burra
Cayo-el-pito
Cebollas
Celerino

Cerecita
Cereros
Cestero
Chafandín
Champi
Chamuscas
Chán
Chani
Chaqui
Chato
Chaval
Chavó

Checheve
Ches
Chicha
Chicharra
Chilindrín
Chimeno
Chiminillos
Chinchillas
Chinchín
Chindón
Chino

Chinina
Chipitel
Chiquitete
Chiri
Chispa
Choche
Choco
Chopeta
Chorizo / Chori
Chuchas
Chuleta
Chupachups
Chupa-jícaras
Chupito
Churín
Churrero

Churruca
Chute
Ciriqueta
Cisco
Claveles
Cocodrilo
Cojo
Colillero

Colombroto
Conejo

Conguito
Corcheta
Corderos
Corizas

Cornelio

Coronel
Coronjoso
Corta-el-aire
Corujo
Cosidas

Costanita
Cotino
Croqueta
Cuatro-pelos

Cubala
Cuberos/Cuberitos
Cubilos
Cucullo/a
Cuello-calavera
Cuernos-de-oro
Cuervo
Cueto / Cuetero
Culatete
Culebro / Culebra
Culitripi (“Tía Culitripi”)
Culón / Culona
Culo-serio
Cupo
Curcumina
Currito


-D-

Domador
Dubi
Durezas
Duwi


-E-

Enigmático
Escabeche
Esgarra-guindales


-F-

Facho

Faela

Faraona
Farruquín
Feo
Folgas
Fuma
Fundingue
Furusil / Furusín / Furi
Fuso


-G-

Gabelo
Gafas
Galán
Galgos
Gallo

Gallo Loco
Galochera
Gaón / Gaona
Gara
Garabita
Garcio (el)
Garbancito
Garduña
Gatito

Gedeon
Genfis
Genuario
Gereto
Giche
Girones
Girulo
Gitano-Señorito
Glín
Gordo-el-puro
Gori
Guapo
Guarda
Guari
Guarines / Guarinas

Guaro
Guasa
Guay
Guilera
Guindala, La
Guisante
Gullimé

-H-

Habaneras
Habas-pintas
Habero
Hamburguesas
Hijo-de-Pantaleón
Hilanchita
Holandés
Huco
Huesines
Hueveros
Húngaro

-J-

Jabato
Jabón

Jamonines
Japete
Jarrina

Jeromo / Jeromito
Jinete
Jirafa
Jirones
Jirula
Jócala
Juan-patadas
Juanelas
Juan-y-medio
Judas
Juela
Julianina
Julito-Valencia

-K-

Kubala
-L-

Ladis
Lagartijo
Lanas
Lanchita
Larito
Leche-gorda
Leivo
Licinas
Liranda
Litri
Lolán
Loquillo
Lorenzón
Lorito
Luchana
Lucinios

-M-

Macario
Machaca
Machea
Macla Pachala
Maderas
Mafia
Malagueña
Malastros
Malhecho
Maligna
Mama-chivas
Mamelico
Mamelucos
Mamón
Mancha
Manco
Mandiles
Manguera

Manines

Manivela / Mani
Manolucos
Manta
Mantelme
Manuelón
Manzanita
Manzanos
Mañanes
Maño
Maragato
Marangandín
Marchena
Margallo
Mariñas
Mariquíos

Marizarazas
Marqués / Marquesa
Marranero

Marrano / Marrana
Marusos
Mata-hormigas
Mata-pobres
Maúsa
Media-lengua
Media-libra
Melenas
Melendre
Meluso
Mentiras-frescas
Meotis
Mestres
Minche
Mira-cielos
Misaga
Miselos
Miserias

Mocarrones
Mocoso
Modelo
Molinera
Mona-chita
Montañés
Morillo
Moro
Morro-azul
Morronguete
Morros-de-uso
Mulaperdia
Mundi
Músico

-N-

Naja

Nanín-el-de-la-azada
Navarros
Navas
Nechis
Negro
Neo
Neodas
Niña-la-finca
Nitro

-Ñ-

Ñañi
Ñuco

-O-

Ojos-de-gato
Onasis
Once-dedos
Osito
Osorios
Otis

-P-

Pachalín
Pachín
Paco-nubes
Pacotes
Paisa
Pájaro
Pajera
Pajilla
Palina
Palote
Pálpala / Pálpamela
Panza-pegos
Papeles

Paputa
Pardala
Pardeza
Parladoras
Pascualín

Pasiques
Pata-oliva
Patas-de-hilo
Patatero
Patatinto
Patato
Patulina
Paulón
Páupe
Pavero / Pavera
Payaso
Pecho-paloma
Pedirruta
Pedorro
Pedrones
Pelado
Pelele (s)
Pelines
Pelo-paja
Pelos
Pelos-de-estropajo
Pelotas
Peluche
Pembrús
Penato
Peneque
Pepino
Pepón

Perry
Perrín / Perrines
Peruco
Peruquito
Pescadilla
Pescador
Pescuezo-muelle / Pescuezo-alambre
Pesetinas  / Eurines
Picardías
Picha-eléctrica
Pichonina
Pichurro
Pijamero
Pilila
Pincha-uvas

Pinfano
Pinguita
Pinjarrón
Pin-nueve
Pinocho
Pinta (el)

Pinteño
Pinto
Piojosín
Pío-murias

Piqueras
Pirulín
Pisa-boinas
Pisa-gatos

Pisa-mandiles
Pisa-mierdas
Pistolo

Pita (La Pita)
Pitilla
Pitis
Pitites
Pitusa (la)
Pizarrín

Placer
Poca-chicha
Pocho
Pocholo 
Pólvora
Ponchudo
Porras
Porrazo
Porris
Portalina
Potaje
Pravia
Prehistorios
Preña-gatos
Puce (“La Puce”)
Puche
Puchelela
Puchía/o
Pulguita
Pulidos
Pumarín

Punteras
Punk

-Q-


  Quela

-R-

Rando
Rapa-hilos
Raposa
Rascaño
Rata
Rayo (“El Rayo”)
Realines
Rebaila-chuscos
Rebocato
Rechupete
Remesales
Revellinos
Riblis
Riega, La (La Riega)
Rico
Ris-ras
Roja
Romanín
Rubio

-S-

Salagartos
Samaría
Sandalia

Sapo-hinchao/sapo-hinchado
Sardón
Sarna-parda
Satanás

Satrus
Secre
Sesines
Seta
Siines
Silvestrón/a
Silvinos
Sisesbrón
Sobaile
Sordo
Sport Billy

-T-

Tabarda

Taconines
Tagarnina
Tajadilla
Tanaka
Tarea
Tarranta
Taruguita
Taruso
Tarzán
Tato
Tenda
Tigresa
Tío los galgos (el)
Titeira
Tolendo
Torba

Tordehumos
Traga-perucos
Trarruquín

Trulla

-V-

Vaca pía
Vasco (el)
Vencejo
Venón
Viejín
Viejos
Vikingo
Vilorto
Vinagre

Vinagrera (la)
Visera
Vivillo
Voskov

-Z-

Zapata
Zapatones
Zarpas
Zenones
Zorrón